sábado, 4 de abril de 2009

UN PASO ATRAS

Racing Club 1 - 0 River Plate
Torneo Clausura 2009 - 8º fecha.
Cilindro de Avellaneda - 04/04/09.


RACING CLUB: Migliore; Lluy, Avendaño, Martínez y Schaffer; González, Yacob, Zucullini y Wagner; Luguercio y Caballero. Luego Castromán, Mercado y Lucero. DT: Caruso Lombardi.
RIVER PLATE: Barbosa (6); Ferrari (5), Cabral (5), Quiroga y Archubi (4); Fernández, Ahumada (5), Abelairas (5) y Buonanotte (4); Rosales (5) y Fabbiani (6). Posteriormente Sánchez (5), Barrado (4) y Gallardo.
GOLES: Pablo Luguercio (RC) 17 pt.
ARBITRO: Sergio Collado (mal).
ROJAS: Pablo Caballero (RC)
RESULTADO MORAL: Racing Club 1 - River Plate 1.

Como si fuera una hamaca en pleno parque de diversiones. River va y viene entre la alegría y la decepción. Insinúa y se arrepiente. Avanza un casillero, avanza otro más y luego retrocede y vuelta a empezar.
Y en cada retroceso vuelven los nuevos fantasmas, ya fieles amigos, que sobre vuelan nuestras dudas y nos comen la cabeza. Ante Racing no vimos nada nuevo y nada sorprendente. Solo que un par de victorias simulan optimismo y desmemoria. Fragilidad defensiva, escasa chispa creativa, nula inteligencia, vacía efectividad. Jugadores que siguen jugando cuando ya no tendrían mas que hacerlo, un rival mediocre que se agranda y nos prepotéa, sobre todo, porque River se lo permite.
Gorosito mamó el sentir millonario desde la cuna hasta su época de gran jugador. Pero como técnico parece haber olvidado en el camino un concepto que no debe perderse nunca de vista. River debe ser protagonista en cualquier cancha del mundo. Este equipo es tibio fuera de casa, juega a ver que pasa, no saca las manos hasta que el adversario golpea, y después es tarde, siempre es tarde.
En un contexto de indigencia campante, que River se de el lujo de cuidar a Gallardo y Falcao es -por lo menos- discutible. Encima Fabbiani es una luz demasiado intermitente, Rosales que no da pié con bola. Buonanotte y Abelairas, a los que dan ganas de cachetearlos para que despierten. Y como si fuera poco, Augusto y Quiroga lesionados.
Es cierto, en el complemento hubo peloteo, Migliore tapó varias veces el gol y la derrota fue injusta. Racing es poco mas que un conjunto entusiasta. Pero llevó el juego al campo que mejor conoce y el que mas le conviene: El de la lucha. Ganaron en su ley y lo festejaron como una final de Libertadores. Esa es su realidad y esa es su lucha. Y no es que River no luche. Lo evidente es que no sabe luchar.

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